En esta edición, Fidela Fernández, una de las pioneras de la feria desde 2006, compartió su experiencia: “Para mí, la feria es parte de mi vida. Me gusta hacer mi huerta y preparar comidas, aunque todo lleva tiempo y esfuerzo. Nada es barato, pero la gente ya me conoce y vuelve a comprar en nuestro stand”.



Fidela ofrece empanadas caseras, pastelitos, abetunados de pollo, huevos y quesos de producción propia, además de frutas como el mango. “A veces se vende todo, otras no, pero hay que seguir. Siempre les digo a mis colegas que hay que valorar este ingreso y agradecer la posibilidad que nos da el municipio y el intendente de tener este espacio de trabajo”.



La Feria Franca San Isidro es una oportunidad tanto para los emprendedores locales como para los vecinos que buscan productos frescos y de calidad. Cada semana, el compromiso de los feriantes se renueva, manteniendo viva una tradición que fortalece la economía local y fomenta el consumo de lo hecho en Santa Rosa.