Pueblos pintorescos, rutas escénicas y playas soñadas: mucho para descubrir en República Dominicana
Más allá de Punta Cana, el destino favorito de los argentinos, en esta isla del Caribe hay mucho para conocer en las próximas vacaciones. Su representante en el país nos revela los sitios poco conocidos en esta nota.
República Dominicana sigue siendo uno de los principales destinos turísticos para los argentinos. Con su combinación de playa e historia, tiene un gran atractivo para los viajeros que están programando sus vacaciones de verano. Partiendo de la ciudad capital, Santo Domingo, es un destino donde la historia, la religiosidad y los sabores gastronómicos tradicionales se encuentran en cada rincón. Desde la majestuosidad de sus iglesias hasta fascinantes museos y diversidad de restaurantes, ofrece una experiencia única, que invitan a explorar el legado de esta ciudad del corazón de América. Y por supuesto sus costas, desde las más conocidas como Punta Cana, la favorita de los argentinos, pero también hay otras playas menos conocidas y tan atractiva como ésta. Aquí vamos a repasar algunos recomendados de Rhina Olivares, directora de la Oficina de Turismo de República Dominicana para Argentina Uruguay y Paraguay, quien asegura que "hay otra Dominicana atractiva, pero poco conocida. Es chiquito pero tiene un montón para ofrecer". Especialmente cuando, a partir de enero, se sumen vuelos directos semanales desde Rosario y Tucumán. La representante enumeró algunos de los atractivos de la isla en la que desembarcó Cristóbal Colón:
Los pueblos como Moca, donde la gente se sienta en la vereda con su mecedora. Ideales para que un turista vaya a conocer. Los dominicanos hacemos mucho turismo interno y nos encanta, salimos en auto con los amigos y la familia y vamos a estos sitios a comer mofongo por ejemplo. Moca es una provincia pequeña como Tucumán, y es la más fértil del país. Y es donde se come esta comida típica que se hace con plátano machacado, se le pone chicharrón de pollo y de cerdo. También tiene una pintura hecha en el piso que da efecto de 3D cuando se saca una foto. Y hay una heladería muy famosa especializada en los de fruta. Cada pueblo tiene sus particularidades para conocer.
Seguimos apuntando a Santo Domingo, nuestra ciudad capital, en parte por todo lo que significa a nivel histórico como primera ciudad de América y los vestigios del Nuevo Mundo: la primera catedral, la primera universidad. Además hoy tiene un circuito gastronómico con restaurantes de primer nivel y centros comerciales que reflejan una economía local importante porque sus clientes son los dominicanos.
En cuanto a las playas, Samaná es una península que está al noreste del país, y lo primero que ves cuando llegas son plantaciones de coco. Toda la parte norte del país combina playa con montañas, es un escenario diferente a lo que brindan Punta Cana, La Romana o Bayahibe, que es un poquito más plano. En el norte República Dominicana limita con el océano Atlántico y eso se nota en el color de la arena, que es de un dorado lindo fino y el mar es un poco más turquesa, generrando un mayor contraste con la cosa. En Samaná no tenemos tantos hoteles pero los hay de cadena como los Bahía Príncipe y Viva Windham, que tiene uno solo para adultos que me encanta. En la zona hay un pueblito que se llama Las Terrenas al que han llegado y siguen llegando muchos europeos para quedarse a vivir ahí. Por la noche, sus bares son encantadores.
Miches es el nuevo destino donde ya funciona un Club Med, una propiedad Viva Windham, un Temptation y van a construir uno de la cadena Hilton. Se va a poner muy de moda. Algo importantísimo es el avistaje de las ballenas jorobadas en esta bahía, especialmente en febrero y marzo.
Puerto Plata es otro destino, el sitio donde comenzó el turismo en República Dominicana. Allí entre los destacados está el Museo de Ambar, que es nuestra piedra. Y en el centro todavía se ven casas de estilo victoriano, el fuerte de San Felipe de la época de la colonia. Ofrece varias excursiones para hacer, incluso a Cabarete, que es especial para la práctica del wind y del kaitsurf. Es un pueblito divino. Desde Santo Domingo hay vuelos pero en auto se llega en tres horas y media por un camino precioso lleno de curvas. Así van a disfrutar del viaje por tierra por una autopista que va cortando la Cordillera Central y que está rodeada de verde.
WEEKEND.